A mi parecer, creo que depende, no creo que sean 100% útiles, si bien se puede dar el caso de que una gestión ministerial sea paupérrima y por ende genere el descontento del parlamento y más aún, del pueblo en general. Sabemos que para interpelar se realiza una votación, se reúnen las distintas voluntades, pero esto supuestamente debiese ser alimentado por el descontento social, que a mi juicio personal debe ser el motor del actuar del poder legislativo ejercido por distintas personas, creo que el objetivo de una interpelación no debe ser solo y únicamente el cambio del ministro, sino que debe ser un cambio y un nuevo enfoque hacia las políticas de respectiva cartera. Históricamente las interpelaciones no han hecho más que retrasar distintos proyectos, aunque también ha habido veces en que las gestiones son irrefutablemente incontenibles, recuerdo que en el gobierno del ex presidente Sebastián Piñera se interpelo a la ministra de vivienda porque las políticas de reconstrucción post terremoto iban muy atrasadas, lo que provocaba una seguidilla de efectos, como por ejemplo el descontento de las personas, malestar social respecto a la cartera, etc. El congreso votó y se interpeló a la ministra, en síntesis creo que una interpelación es necesaria y efectiva cuando representa el malestar social que incumbe al ministerio respectivo y es útil si el nuevo ministro que asumiría recientemente lleva a cabo los proyectos acogiendo las demandas del pueblo.
Considero que si es necesario, ya que una de las herramientas de fiscalización del congreso es la interpelación ministerial, además de las acusaciones constitucionales, y las comisiones investigadoras. Sin embargo, pienso que no hay que abusar de esto, debe haber una fiscalización antes que interpelación, el congreso puede cumplir bien su rol sin la necesidad de interpelar en todas las ocasiones, sin desmerecer la importancia de interpelar en caso necesario; con una rotación constante se pierde un el fin y la sistematización, creo que es mejor que en vez de interpelar los ministros estén constantemente dando cuentas de su trabajo ciudadanía. -Karla Quiñones
Las interpelaciones ministeriales son una de las tres herramientas del congreso que tiene para fiscalizar el poder ejecutivo, esta consiste en la citación de un ministro de Estado a presentarse ante la cámara baja, donde se le hacen preguntas sobre materias relacionadas al ejercicio de su cargo. Lo que responda el ministro no tiene un poder sancionatorio puesto que los ministros son personas de confianza del presidente, por lo que finalmente este decide qué hacer con él, pero esta herramienta a mi parecer si es efectiva puesto que al exponer al público el desempeño de un ministro, sea bueno o malo, da la posibilidad de que la sociedad se dé cuenta cuando estos hacen bien o mal su trabajo, por lo que el presidente no puede obviar si es que el ministro no está haciendo bien su trabajo y debe sancionarlo. Tomás Moreno 3°A
Yo creo que las interpelaciones ministeriales pueden llegar a ser un mecanismo útil, pero no creo que se acerque a una necesidad. Creo que las formas en que, durante este gobierno, la oposición ha hecho interpelaciones a algunos ministros, no ha sido de la forma más inteligente, y por lo tanto no han logrado descolocar públicamente a esta persona de su cargo (usándose con ese fin estos últimos tiempos). Lo que lleva a pensar que estas interpelaciones han sido un mecanismo inútil que solo significa una pérdida de tiempo, ya que tampoco tiene una consistencia ni una resolución significativa. Por lo mismo, creo que pasa a ser una herramienta innecesaria y que pierde su norte por el uso que actualmente se les da.
Es difícil adoptar tan solo una postura respecto a este tema, por lo que significa y su trasfondo real.
Por una parte, este mecanismo es una forma de "asegurarnos" que los ministros están haciendo su debido trabajo y por cualquier eventualidad, es una forma de cerciorarnos de que nuestro país está siendo regido correctamente. Sin embargo, al ser estas interpelaciones guiadas por parlamentarios, que muchas veces pueden tener diferencias ideológicas con los interpelados, este mecanismo se vuelve un mecanismo que favorece a estos parlamentarios por intereses particulares o de su partido político.
En mi opinión esta, como muchas otras medidas implementadas o que se encuentran por implementar, debe ser regulada correctamente para su buen funcionamiento y del mismo modo, para que no se transforme en una lucha de intereses.
A mi parecer, creo que depende, no creo que sean 100% útiles, si bien se puede dar el caso de que una gestión ministerial sea paupérrima y por ende genere el descontento del parlamento y más aún, del pueblo en general. Sabemos que para interpelar se realiza una votación, se reúnen las distintas voluntades, pero esto supuestamente debiese ser alimentado por el descontento social, que a mi juicio personal debe ser el motor del actuar del poder legislativo ejercido por distintas personas, creo que el objetivo de una interpelación no debe ser solo y únicamente el cambio del ministro, sino que debe ser un cambio y un nuevo enfoque hacia las políticas de respectiva cartera. Históricamente las interpelaciones no han hecho más que retrasar distintos proyectos, aunque también ha habido veces en que las gestiones son irrefutablemente incontenibles, recuerdo que en el gobierno del ex presidente Sebastián Piñera se interpelo a la ministra de vivienda porque las políticas de reconstrucción post terremoto iban muy atrasadas, lo que provocaba una seguidilla de efectos, como por ejemplo el descontento de las personas, malestar social respecto a la cartera, etc. El congreso votó y se interpeló a la ministra, en síntesis creo que una interpelación es necesaria y efectiva cuando representa el malestar social que incumbe al ministerio respectivo y es útil si el nuevo ministro que asumiría recientemente lleva a cabo los proyectos acogiendo las demandas del pueblo.
ResponderEliminarConsidero que si es necesario, ya que una de las herramientas de fiscalización del congreso es la interpelación ministerial, además de las acusaciones constitucionales, y las comisiones investigadoras. Sin embargo, pienso que no hay que abusar de esto, debe haber una fiscalización antes que interpelación, el congreso puede cumplir bien su rol sin la necesidad de interpelar en todas las ocasiones, sin desmerecer la importancia de interpelar en caso necesario; con una rotación constante se pierde un el fin y la sistematización, creo que es mejor que en vez de interpelar los ministros estén constantemente dando cuentas de su trabajo ciudadanía.
ResponderEliminar-Karla Quiñones
Las interpelaciones ministeriales son una de las tres herramientas del congreso que tiene para fiscalizar el poder ejecutivo, esta consiste en la citación de un ministro de Estado a presentarse ante la cámara baja, donde se le hacen preguntas sobre materias relacionadas al ejercicio de su cargo. Lo que responda el ministro no tiene un poder sancionatorio puesto que los ministros son personas de confianza del presidente, por lo que finalmente este decide qué hacer con él, pero esta herramienta a mi parecer si es efectiva puesto que al exponer al público el desempeño de un ministro, sea bueno o malo, da la posibilidad de que la sociedad se dé cuenta cuando estos hacen bien o mal su trabajo, por lo que el presidente no puede obviar si es que el ministro no está haciendo bien su trabajo y debe sancionarlo.
ResponderEliminarTomás Moreno 3°A
Yo creo que las interpelaciones ministeriales pueden llegar a ser un mecanismo útil, pero no creo que se acerque a una necesidad. Creo que las formas en que, durante este gobierno, la oposición ha hecho interpelaciones a algunos ministros, no ha sido de la forma más inteligente, y por lo tanto no han logrado descolocar públicamente a esta persona de su cargo (usándose con ese fin estos últimos tiempos). Lo que lleva a pensar que estas interpelaciones han sido un mecanismo inútil que solo significa una pérdida de tiempo, ya que tampoco tiene una consistencia ni una resolución significativa. Por lo mismo, creo que pasa a ser una herramienta innecesaria y que pierde su norte por el uso que actualmente se les da.
ResponderEliminarGonzalo Fuentes. 3°A
Es difícil adoptar tan solo una postura respecto a este tema, por lo que significa y su trasfondo real.
ResponderEliminarPor una parte, este mecanismo es una forma de "asegurarnos" que los ministros están haciendo su debido trabajo y por cualquier eventualidad, es una forma de cerciorarnos de que nuestro país está siendo regido correctamente.
Sin embargo, al ser estas interpelaciones guiadas por parlamentarios, que muchas veces pueden tener diferencias ideológicas con los interpelados, este mecanismo se vuelve un mecanismo que favorece a estos parlamentarios por intereses particulares o de su partido político.
En mi opinión esta, como muchas otras medidas implementadas o que se encuentran por implementar, debe ser regulada correctamente para su buen funcionamiento y del mismo modo, para que no se transforme en una lucha de intereses.
Constanza Cubillos Lizama 3ro Humanista